11/11/17

Energía solar, sin cemento y sin diésel

Energía solar, sin cemento y sin diésel costa rica

Energía solar, sin cemento y sin diésel

Costa Rica es perfecta para integrar la energía solar con la tradicional hidroeléctrica. Ambas tecnologías son complementarias y con recursos abundantes en meses diferentes

nacion.com.-Ricardo Trujillo Molina

Costa Rica es el país perfecto para integrar la moderna generación fotovoltaica con la tradicional generación hidroeléctrica. La explicación es sumamente sencilla: en los meses secos de enero a mayo la radiación solar que recibimos es máxima y con cielos totalmente despejados en la península de Nicoya, y durante los meses lluviosos de junio a noviembre el recurso hídrico abunda en las zonas altas de la Meseta Central.

Ambas tecnologías son complementarias y con recursos abundantes en meses diferentes. Es más, durante el ciclo diario de todo el año, la energía solar está disponible durante las horas diurnas, y durante las tardes y noches la lluvia llena embalses y proporciona el caudal requerido por las plantas filo de agua.

Es un error considerar que esas tecnologías compiten entre ellas porque, en realidad, se complementan diaria y estacionalmente.

Campaña ideológica. El país, sin embargo, está inmerso en una guerra ideológica al respecto. Mucha gente aborrece la energía solar porque cree que le hace la competencia al ICE y su generación hidroeléctrica, y las jefaturas del ICE estimulan esa creencia con una campaña publicitaria poco informativa, pero abiertamente chovinista. No tenemos por qué vanagloriarnos de tener un sistema de generación 100 % con recursos renovables si para alcanzar ese objetivo se ha destruido la creación de nuevos empleos y el crecimiento del sector formal de la economía con altas tarifas.

Hemos leído, recientemente, que la demanda eléctrica ya no crece al 5 % o al 6 % anual como en otras épocas, y la razón también es muy sencilla: ha disminuido la tasa de inversiones en el sector productivo, bajo techo y formal de la economía, y se ha incrementado el sector informal y callejero, el que en vez de electricidad utiliza gasolina y diésel.

Costo marginal. Si bien es cierto que el ICE ya no genera en Garabito con búnker, también es cierto que la sustitución de ese combustible fósil por renovables no ayudó a reducir las tarifas eléctricas en lo más minino. Y la razón es también muy sencilla: el costo marginal de la generación renovable en los meses del verano sigue siendo muy alta; en el orden de los $160 megavatios hora.

Construir una represa para almacenar el agua que servirá en verano es ahora más cara que quemar búnker o gas natural.

Un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nos brinda la solución adecuada para los próximos 10 años con bajas tasa de crecimiento de la demanda.

Si tomamos un 2 % anual como la tasa promedio de ese crecimiento, eso implica que habrá necesidad de generar 200 gigavatios hora anuales adicionales a la generación actual de 10.000 gigavatios hora. Aproximadamente 22 veces más que los nueve gigavatios hora que la planta solar de cinco megavatios de Coopeguanacaste está produciendo desde hace un mes.

Aunque el estudio del BID no tuvo el propósito de ayudar a reducir las tarifas eléctricas, el aprovechamiento de sus recomendaciones si ayudaría. Una planta solar de 100 megavatios construida al año durante la próxima década, con costos aproximados de $100 millones cada una, sería la solución al crecimiento de la baja demanda, sin tener que embarcarnos en la construcción de una megaobra de $500 millones anuales de desembolso sin producción inmediata, como la del Diquís.

Y con la solución solar, el costo marginal de esa generación solar en verano bajaría a los ínfimos $20 por megavatio hora, como ya lo demostrará Coopeguanacaste el próximo verano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario