30/6/17

Placas solares flotantes en balsas de riego para rebajar la factura energética



Placas solares flotantes en balsas de riego para rebajar la factura energética

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ve ventajas en la utilización de placas solares en la agricultura y en particular las flotantes en las balsas para el regadío de cultivos, ya que suponen ahorros en la factura energética respecto al uso de electricidad.

efeagro.com

Así lo han destacado fuentes de Fenacore en un comunicado a raíz de la celebración ayer de una jornada sobre producción de energía en la que se ha presentado un estudio de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que arroja que el sector agrícola concentra el 25 % de las plantas fotovoltaicas para autoconsumo de España.

Desde Fenacore han destacado que en los últimos tres años se han instalado en el sector agrícola centrales solares con una capacidad cercana a los 25 megavatios, “el equivalente en superficie a 90 campos de fútbol”.


Ahorros del 60 % de la electricidad


Estas centrales “permitirán a los regantes ahorrar hasta un 60 % en electricidad una vez amortizada la inversión en las placas”, han asegurado después de afirmar que “el regadío toma posiciones para contribuir a alcanzar los objetivos europeos de uso de renovables”.

La Federación de regantes ha apostado por la energía solar ante la “subida exponencial de la factura eléctrica, que en los últimos ocho años se ha disparado un 1.000 %” y que “obliga a los regantes a buscar alternativas para compensar los más de 300 millones de euros de sobrecostes que soportan desde 2008“.


Reducción de costes de producción de las placas solares


A su juicio, el recorte en un 80 % de los costes de fabricación de las placas en la última década y las ayudas de los fondos estructurales europeos -que permiten formalizar ayudas estatales y autonómicas que cubren hasta el 65 % de la inversión- hacen de la energía solar una de las alternativas con más recorrido”.

Fenacore también ha resaltado “la versatilidad y la flexibilidad” de los “huertos solares” que se levantan en la propia tierra, “muy populares en Extremadura, Andalucía y las dos Castillas”, así como las placas flotantes en balsas de regadío.

Sobre estas últimas, han explicado que, además de evitar la reducción de la extensión agrícola en las explotaciones de menor tamaño, aumentan la eficiencia de la balsa al tenerla cubierta y minimizar la evaporación del agua.

Sólo en Andalucía -han añadido- se contabilizan unas 10.000 balsas que podrían ser susceptibles de estos paneles flotantes.


Eliminación del impuesto al sol


Esta organización ha pedido al Gobierno que articule una normativa que “revise en profundidad del Real Decreto de Autoconsumo” y que “elimine el conocido impuesto al sol” a las instalaciones de más de 10 kilowatios de potencia.

“Al evitar los gravámenes variables en función de la energía autoconsumida se impulsará la producción entre los medianos y grandes consumidores”, han sentenciado.

Han indicado que “en España apenas el 16 % de la energía consumida es de origen renovable mientras que Bruselas fija su objetivo para 2020 en el 20 % que, de no cumplirse, conllevará las sanciones pertinentes”.

“La Administración debe ver en el regadío un aliado también contra los efectos adversos del cambio climático, dado que por cada megavatio de energía solar producida se evita la emisión de 267 kilos de CO2 a la atmósfera”, según Fenacore.

Fenacore agrupa a 700.000 regantes y más de dos millones de hectáreas, es decir, más del 80 % del regadío nacional agrupado en comunidades de regantes.

El subsecretario de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad, en la clausura de las jornadas sobre la energía para autoconsumo en las comunidades de regantes,  reiteró el compromiso del Mapama con la gestión sostenible del agua e instó a potenciar aún más la modernización de los regadíos, así la investigación y la incorporación de nuevas tecnologías.


España, el país de la UE con más superficie de regadío

Según recordó, España cuenta con la mayor superficie en regadío de la Unión Europea -con unos 3,6 millones de hectáreas, lo que representa el 16 % de la superficie agraria útil- y aporta alrededor del 67 % de la producción final vegetal.

También ha resaltado su repercusión en el incremento de los rendimientos y las rentas de las explotaciones, al reducir los cultivos la elevada dependencia de las precipitaciones y lograr la mejora de la competitividad.

En su intervención, insistió en la necesidad de profundizar en la sostenibilidad, para lo que se está modernizando y racionalizando el consumo de agua con tecnologías más modernas, que han aumentado la superficie regada y a la vez consiguen “un significativo” ahorro de las dotaciones hídricas.


La planificación hidrológica, crucial

Se está realizando un “importante esfuerzo” inversor en planificación hidrológica y modernización de regadíos, aspecto que, a su juicio, “ha resultado crucial” para que la agricultura española “haya pasado desde la subsistencia a la potencia que hoy representa”.

Para paliar el incremento de costes en las explotaciones de regadío que utilizan energía eléctrica, Haddad ha hecho hincapié en que el Gobierno adoptó un conjunto de medidas que se concretan en la reducción de la fiscalidad y en un ajuste en el régimen de estimación objetiva del IRPF.

Por otra parte, ha valorado el esfuerzo de Fenacore para reducir la factura energética mediante iniciativas como la central de compras o el proyecto “Maslowaten” destinado al fomento del uso de la energía fotovoltaica en los bombeos y la distribución del agua de riego.

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