27/5/17

La energía solar, al alcance de la mano



La energía solar, al alcance de la mano

rionegro.com.ar

La sustentabilidad de la vivienda, es uno de los elementos más importantes a considerar a la hora de edificar. El concepto se refiere no solo al costo presente de la obra, sino a la capacidad de la misma de ofrecer confort y solución habitacional a medida que trascurre el tiempo, con la menor incidencia energética, ambiental y presupuestaria posible.

La eficiencia energética es una parte esencial de la sustentabilidad de una casa. El objetivo central es reducir notablemente el consumo de energía. En especial, porque distintos estudios y la aparición de nuevos materiales de construcción, han probado que una gran porción de la energía que se consume, se desperdicia por completo.

En este sentido, existen distintas alternativas disponibles para quienes están dispuestos a invertir sus recursos de forma estratégica, y a generar de forma autónoma al menos una parte de la energía que se consume en el hogar. Una de estas opciones, son los paneles fotovoltaicos, popularmente conocidos como “paneles solares”.

La utilización de la luz solar no es una novedad. En el año 1904, fue Albert Einstein quién proporcionó una primera explicación para el efecto fotovoltaico y la naturaleza cuántica de la luz. La primera célula foto voltaica se fabricó medio siglo más tarde en los laboratorios Bell, y desde ese entonces los paneles foto voltaicos son utilizados en distintos sistemas productivos, y prototipos diversos. Aun así, hace apenas dos décadas que el uso doméstico comenzó a ser posible. Actualmente, se trata de una tecnología al alcance de la mano.

La mecánica es sencilla. El panel fotovoltaico trabaja captando la luz solar y convirtiéndola en energía. Existen tres tipos de sistema que permiten aprovechar esa energía. El primero se denomina “aislado”, y es el más tradicional. Se compone de los paneles, regulador, batería, y un inversor de tensión. Ese conjunto permite generar la energía, almacenarla y convertirla a 220, para que sea útil a cualquier artefacto eléctrico. En general es un sistema utilizado para instalaciones chicas o medianas. Es ideal para una casa ubicada en una chacra o en un loteo nuevo, donde aun no llega el tendido eléctrico, para un equipo autónomo de control emplazado en medio del campo o para un tráiler petrolero con pequeños consumos. Si el consumo es alto, este tipo de sistemas requiere mayor cantidad de paneles, y una habitación dedicada a la colocación de baterías.

El segundo tipo de sistema es el “conectado a red”. Este tipo de sistemas permite inyectar a la red una parte de la energía que se genera, a la red pública. De esa forma, la energía que se genera durante el día, mientras la familia trabaja o está en colegio y el consumo es menor, no se pierde, si no que ingresa a la red, y se aprovecha. En este sentido, es clave la reglamentación de la ley de generación distribuida (N° 9412), aprobada por la legislatura neuquina a mediados de 2016. La norma prevé que los usuarios que generen energía y la ingresen a la red pública son retribuidos mediante una escala de precios de referencia.

Un tercer tipo de sistema, es el que se relaciona con el agua caliente. Se denominan termo tanques solares. El agua circula por tubos de vidrio, en los cuales recibe la radiación solar, y por diferencia de densidad (el agua caliente sube) llega hasta el termo tanque ubicado en la parte superior. Existen tanques de 150 y 250 litros, con capa de poliuretano, que permite conservar la temperatura. Cuentan además con una resistencia eléctrica, que permite salvar situaciones en las que el consumo es mayor y no hay radiación solar (por ejemplo a la noche). El sistema que permite reemplazar por completo la utilización de gas para calentar el agua. No solo se trata de una instalación más amigable con el medio ambiente, sino de una reducción importante en la ecuación de costos, en una época donde usar gas es cada vez más caro.

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